Amfetamina

La anfetamina es una droga sintética estimulante del sistema nervioso central. Se introdujo en terapéutica médica al 1930 como descongestionante nasal. Durante la segunda guerra mundial se administró indiscriminadamente a soldados de diferentes ejércitos, para disminuir el cansancio y aumentar la alerta y la agresividad. En España se comercializaron diferentes preparados con anfetaminas asociados a vitaminas y recomendados como reconstituyentes o bien en preparaciones farmacéuticas indicadas como anorexígenos. La mayoría han sido retirados del mercado.

Las anfetaminas son drogas adictivas, capaces de generar dependencia psicológica y física. Las que acaban en el mercado ilegal se sintetizan en laboratorios clandestinos y se presentan en forma de pastillas o cápsulas de diferentes formas y colores, o también como polvo blanco. Se pueden administrar vía oral, nasal o endovenosa. Es imposible conocer la dosis que se toma.

Efectos

Efectos inmediatos: Aumento de la actividad psíquica (falsa sensación de claridad), euforia, disminución de la fatiga, del hambre y de la necesidad de dormir, taquicardia y sequedad de boca. Una vez pasado el efecto, aparece cansancio, dificultad para dormir, apatía.

Hay un elevado riesgo de intoxicación aguda, puesto que no es posible saber la dosis que uno se administra. En estos casos puede aparecer inquietud, temblor, hiperactividad, irritabilidad, insomnio, confusión, delirio, estados de pánico y crisis de ansiedad, psicosis tóxica con ideación paranoide, agresividad y pérdida de control con aumento de comportamientos violentos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, convulsiones e incluso coma.

Consumo crónico

El abuso crónico es el responsable de alteraciones mentales graves, como por ejemplo trastornos psicóticos con delirio de persecución y alucinaciones. También provoca conductas agresivas.

Argot:

Anfetas, bennies, dexies, tiza, ice, glas, speed.

Marco legal

Son drogas ilegales.

Síndrome de abstinencia

El síndrome de abstinencia se caracteriza por fatiga intensa, letargia, sueño prolongado, hiperfagia (hambre muy intensa), trastornos del ánimo de tipo depresivo y craving (deseo) intenso que predispone a reiniciar el consumo.