Heroína y opiáceos

La heroína es una sustancia que se extrae del opio (Papaver Somniferum), igual que otros derivados opiáceos como la morfina, la codeína o la metadona. Todos los opiáceos son depresores del sistema nervioso central, tienen un potente efecto analgésico (eliminan el dolor) y provocan somnolencia. Bajo estricta prescripción médica se emplean para tratar el dolor crónico o agudo de gran intensidad (cáncer, grandes quemados, politraumatizados, etc.). La metadona también se utiliza para tratar a heroinómanos.

La heroína se puede administrar fumada, esnifada o inyectada. Los efectos son siempre los mismos, pero varía la intensidad y la rapidez de actuación.

Efectos

Los efectos buscados son euforia agradable (flash), con alivio de las tensiones y ansiedades, sensación de placer y bienestar. Para obtener el mismo flash hay que ir aumentando la dosis (tolerancia).

Argot:

Caballo, nieve, dama blanca, mantequilla, tecata, H, polvo blanco.

Intoxicación

Intoxicación aguda: la sobredosis de heroína se debe fundamentalmente a  sensibilidad al opiáceo (primera o primeras administraciones), error del cálculo de la dosis, uso de un producto de mayor pureza o consumo de dosis habitual después de un periodo de desintoxicación (durante el cual ha desaparecido la tolerancia). Los principales síntomas son zumbidos en las orejas, actividad sensorial exaltada, inquietud, agitación, mirada brillante, sed intensa, somnolencia, convulsiones, miosis (pupilas muy pequeñas), retardo de la frecuencia respiratoria, coma profundo.

La heroína es una sustancia que genera, al poco tiempo de consumirla regularmente, una fuerte dependencia física y psíquica. Al disminuir o suspender el consumo, provoca un intenso síndrome de abstinencia (mono), que se caracteriza por: temblores, sudores, escalofríos, rinorrea, lagrimeo, náuseas y vómitos, diarrea, dolores musculares intensos y una gran ansiedad, lo que obliga a reiniciar el consumo para aliviar los síntomas.

Consumo crónico

El consumo crónico de heroína comporta alteraciones de la personalidad, alteraciones cognitivas con problemas de aprendizaje y memoria, trastornos de ansiedad y depresión. Físicamente, comporta adelgazamiento, estreñimiento crónico, inhibición del deseo sexual, pérdida de la menstruación. Los pacientes que se inyectan tienen más riesgo de sobredosis y de sufrir infecciones: sida, hepatitis (B y C), endocarditis, flebitis. Los que fuman tienen más riesgo de sufrir enfermedades pulmonares. La heroína es la principal causa de muerte entre los jóvenes consumidores de drogas, principalmente por sobredosis.

Marco legal

La heroína es una droga ilegal. Los opiáceos de uso médico requieren prescripción y control por parte de un profesional.